viernes, 25 de noviembre de 2011

Una mañana de Domingo

La calma me llamaba ese día.
El silencio se dejaba sentir por todas partes.
El amanecer me iba descubriendo sus colores.
 Y, en un instante,  apenas un segundo, aprietas el disparador.
Consigues un recuerdo.
Captas la esencia de un momento único que no se volverá a repetir.
Cada instante forma un momento de la vida y son todos y cada uno de ellos por lo que hay que retratarlos para que no permanezcan en el olvido.


Eso fue lo que salió de una mañana de domingo.